15/02 - Perfectamente imperfecto en Cristo
- Carlos Brenes
- 15 feb
- 1 Min. de lectura
Tenemos un sumo sacerdote que […] fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (vv. 14-15).
La escritura de hoy :
Hebreos 4:12-16
El diseñador de interiores en el programa de mejoras del hogar elogió los cerámicos hechos a mano para la nueva ducha de la casa. A diferencia de los de fabricación comercial, que eran todos idénticos, estas artesanías eran «imperfectamente perfectas». Las imperfecciones le daban una belleza única, agregando encanto y estilo a un espacio de simple practicidad.
Sé poco sobre estilo o encanto, y mucho menos de si los azulejos contribuyen de forma positiva o negativa. Pero, si bien esos azulejos eran imperfectamente perfectos, Jesús, en su encarnación (su venida a la tierra como un ser humano), fue perfectamente perfecto. El escritor de Hebreos afirmó: «Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado» (Hebreos 4:15). Durante su vida terrenal, Jesús nunca dijo una palabra pecaminosa ni cometió un acto pecaminoso. Él es perfectamente perfecto.
Como dice Hebreos, esto nos alienta a «[aferrarnos] a la fe que profesamos» en Jesús (v. 14), porque Él entiende las luchas que enfrentamos y empatiza con nosotros. Él lo ha vivido y ha respondido… pero de forma perfecta. Nuestro Salvador perfectamente perfecto puede ayudarnos en todo.
De: Bill Crowder
Reflexiona y ora
¿Cuándo has visto manifestadas tus imperfecciones? ¿Cómo puedes agradecer por el Salvador perfecto que soportó todo como nuestro Sumo Sacerdote?
Padre, gracias porque Jesús experimentó en carne todo, pero sin pecar.



